domingo, 27 de septiembre de 2015

Odio (de 2009)

Comentario previo de la Señora Ex-Carmen(A)tada.


Sé perfectamente a quién escribí estas palabras.

Lo cierto es que igual, como en esta vida cuando somos "jóvenes" todo parece demasiado real. Sin embargo, cuando pasa el tiempo nos damos cuenta de que ese sentimiento no era tan puro como nosotros pensábamos.

Me gusta la historia, aunque creo que para lo que soy ahora es demasiado simple y le falta dar un par de vueltas aún para estar completa. Pero se advierte la esencia de lo que quería decir. Y a mí, con eso, en esos años, parecía valerme.

Recuerdo muchos dolores de mi vida. Y este será uno de los que guarde para siempre. Será que me afectan mucho las "traiciones" y los abandonos.

Será que sigo siendo una Ex-Carmen(A)tada a todo esto.

Odio.


Se me revuelven las entrañas cuando pienso en ti. El más oscuro odio sale del rincón más remoto de mis recuerdos, provocando temblores en mis puños, que cierro y aprieto al cuerpo para evitar infligirle daño a alguien de mi alrededor.

Y es que te odio. No puedo contigo. No te aguanto. Las tripas se me encogen de asco cuando pienso en lo que me gustaría hacerte...

Quiero ver cómo tu sangre abandona todo tu cuerpo, extinguiendo así la vida que me prometiste y que no supiste cumplir. Esa vida que quería... mas ya no deseo; porque te odio.

Te cortaría la lengua para que no envenenases a nadie más con tus sucias mentiras y palabras traidoras.

Te arrancaría los ojos de sus órbitas para que no pudieras elegir a tu próxima presa infeliz.

Te quitaría el corazón negro que hay en tu pecho y lo pisotearía, sólo para que sintieses la mínima parte del daño que he sentido yo... por culpa tuya.

No eres humano. No hay nada de humanidad en todos tus actos.

Y ahora te odio.

Me quieres seguir envenenando con tus sucias palabras de amor.

Y te odio.

Pero... no puedo respirar cuando me hablas, con esa voz con la que disimulas tu oscura naturaleza. No puedo apartar la mirada de tus ojos, con ese brillo que consigue que las palabras tengan todo el sentido del mundo. No puedo evitar admirar el latido de tu corazón, aunque ahora sepa que es negro; un corazón que corre a la misma velocidad que el mío.

Por eso te odio: porque a pesar de todo, una parte de mi ser, sigue amando el tiempo que nunca volverá. Por eso aún siento que te extraño.

Y por eso te odio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu trovada