Quizás con los años me vuelvo menos ingenua. No sabría cómo definirlo, sinceramente.
Hoy en FaceBoock he visto que hace un par de años, publiqué una lista de intenciones, los típicos propósitos de año nuevo.
Supongo que eso nunca cambia, ¿no?
La lista era la siguiente:
Lo cierto es que mi vida ha cambiado, no tanto como me gustaría, pero ha cambiado.
No estoy conforme ni descontenta. Sé que tengo que cambiar pero que los milagros no existen.
Por último, me gustaría proponer un mensaje cómico. Mis espectativas no pienso rebajarlas.
La lista era la siguiente:
- Hacer ejercicio diario (para ponerme en forma para el Rugby y el Jugger).
- Ser más ordenada (dejar que se le vea el suelo a mi habitación).
- Terminar un libro (tengo mil empezados, me conformo con uno).
- Sonreír más y preocuparme menos.
- Hacer algo arriesgado que no haya hecho antes.
Lo cierto es que mi vida ha cambiado, no tanto como me gustaría, pero ha cambiado.
No estoy conforme ni descontenta. Sé que tengo que cambiar pero que los milagros no existen.
Por último, me gustaría proponer un mensaje cómico. Mis espectativas no pienso rebajarlas.