jueves, 5 de julio de 2018

Recuerdos.

A menudo, no sabes lo que te hace vibrar. Simplemente lo hace, te saca una sonria o un suspiro. A menudo son pequeños detalles que nadie tendría en cuenta, incluso cosas que uno mismo no sabe que le gustan.

Yo he tenido la suerte de saber qué es lo que me hace vibrar, qué es lo que me levanta feliz por las mañnas y hace que nunca sea un día perdido. Yo he tenido la suerte de ponerle rostro, de darle nombre y de vivir más feliz que en toda mi vida, por algo que la mayor parte del mundo nuca conocerá.

Me confié, como siempre. Y lo que ayer me hacía la mujer más feliz del mundo, hoy hace que todos los recuerdos felices sean dolorosos, que nada de lo que ha pasado importe demasiado, porque pasará mucho tiempo hasta que pueda recordarlo sin que se me haga un nudo en el estómago.

Empieza en la garganta, imperceptible. Y si te fijas demasiado en él, va creciendo y alargándose, bajando hasta tu pecho. Y allí se encuentra el corazón y lo agarra y lo estrangula. Y te duele respirar, pero sabes que tienes que seguir haciéndolo, aunque sea la decisión más estúpida del firmamento.

Así que supongo, que aunque no tenga sentido, sigo enamorada de ti. Y lo peor de todo es que los recuerdos llegará un momento en el que no duelan tanto. Espero que sean nuevos recuerdos.

Nuevos recuerdos contigo.