domingo, 18 de octubre de 2015

Una, preciosa y dedicada.

Tememos al Sol por su luz,
¿acaso porque esa luz nos ciega?,
¿acaso porque nos muestra tal como somos?
¿acaso porque su luz es sólo
una pizca de lo que somos por dentro?

"No lo sé, lo intuyo" - me dijo la Luna,
amante de estrellas, baúl de recuerdos.

Sigo sin saber el por qué de ese miedo,
sólo sé que no se nada, la peor excusa de la historia.
Sólo sabes lo que quieres saber
y por ello te digo:
"No es bello todo lo que digo,
pues tú dejaste de temer al Sol
y por ello tú te quedaste con la belleza,
tu ascendiste y hoy eres la nueva dueña dueña de los mares
y amante de la Tierra y las Estrellas"


En mi defensa diré que jamás he sido una persona de poesía estricta.

Me parece que se pierde mucho sentimiento en buscar las palabras que rimen (en lugar de las que guarden mayor significado). Por eso, la poesía libre es mi favorita de entre todas (aunque la musicalidad de la otra me conquiste).

Ésta poesía me la ha dedicado de forma reciente un nuevo amigo que he hecho. Hace años que nos conoceos, pero por cosas de la vida, no fue hasta hace poco que empezamos a crear una amistad.

Y eso siempre me hace darme cuenta de las maravillas que nos perdemos por no prestar un poco de atención.

jueves, 8 de octubre de 2015

Porque siempre he sido de Dramas.



No tengo mucho más que decir.

Sólo que siempre me han parecido más reales estas historias que todas esas con perdices.

La vida no es justa. Eso no hace que sea menos perfecta.




Sólo sueño que alguien termine amándome
tanto como ellos dos se amaron.

lunes, 5 de octubre de 2015

No sólo soy lo que hago.


Igual es porque cuando era más joven ningún hombre se fijaba en mi (o yo creía que no lo hacían), o quizás eso sólo ha sido la excusa de siempre y habría sido igual aunque todos me hubieran prestado su entera atención. He sido juzgada miles de veces por comportarme como lo hago. 

He tenido problemas en mi vida diaria por un "error". Quizás es que antes no era tan madura y me metía en más líos por este asunto, porque no era capaz de entender que en una relación (de la intensidad que sea) participan dos personas y que si metes a una tercera, todas las partes deberían estar de acuerdo en ello.

Ahora me considero más adulta, más madura y sé que la gente no entiende que hoy pueda querer a una persona y mañana pueda querer a otra (será por eso que siempre caigo en el que nunca me ha juzgado).

Pero me sigue doliendo. Me duele mucho que me juzguen sin conocerme, que aíslen un hecho totalmente separado de la realidad y que lo metan en un contexto general.

Durante mucho tiempo, me sentí culpable por lo que hacía, porque creía que verdaderamente me definía como ser humano. Llegó un momento en el que renuncié a mi misma.

Luego, me di cuenta de que lo que yo hacía no tenía por qué ser lo que yo era. Y sin embargo, era parte de lo que era y me gustaba hacerlo.

Un lío. Ni siquiera sé si me estoy explicando.

El caso es que ahora, cuando veo este tipo de imágenes:


Me desgarran por dentro, porque me recuerdan lo que la gente piensa de las personas como yo. Y no lo veo nada justo.