miércoles, 28 de septiembre de 2016

Mi Bibliotecario.

Hoy en Desarrollo Cognitivo (asignatura que doy en mi Grado Superior de Educación Infantil), nos han hablado de la memoria, del aprendizaje, etc.

Nos han peusto un símil que más de una vez he oído (porque la verdad, merece ser una gran metáfora en este caso), en el que la memoria, es como una gran biblioteca, donde dentro, hay un bibliotecario (o bibliotecaria) que va abriendo los cajones de los archivadores que necesitamos, sacar las carpetas relacionadas con el tema y, por supuesto, tendrenos sobre la mea la ficha que necesitamos para esoe momento.

Obviamente, nuestro bibliotecario tiene que encargarse a veces de sacar varias fichas, porque se correlacionan unos temas con otros.

Sin embargo, la diferencia entre otras veces y esta, ha sido un comentario (puramente inocente) que la profesora ha hecho. Ha venido a ser algo así como "Mi bibliotecaria (oprque la mía es chica), que por supuesto está loca..." y ha seguido la clase.

Entonces, loca yo de mi, me he parado a pensar ¿cómo sería mi bibliotecario? La pregunta ha durado poco en mi cabeza, y ha procedido con otro símil.

Creo sin duda alguna de que mi bibliotecario sería un hombre mayor, lento a la hora de tener que llegar a las carptesas que necestio, pero que sin embargo, le encanta contar mil historias que ha vivido o podría haber vivido si en su vida hubiera tenido un poco más de valor. Mientras caminase hacia el archivador, iría contando algo relacionado (o quizás no) con la información que le he pedido, a modo de presentación del tema; a veces sonriendo, a veces serio.

Sí, definitivamente, mi bibliotecario sería un viejo, con bastón y un poco vago a la hora de acceder a las carpetas situadas en lo más alto de las estanterías; cara arrugada y manos callosas, como si trabajar en mi cabeza hubiera sido el trabajo más duro que jamás se hubiera inventado (quizás por el desorden); de aspecto relajado y sin embargo muy atento a todo, aunque después no recordase donde ha dejado la carpeta.

Se quejaría del ruido, pero sin duda, le molestaría más el silencio que se pudiese llegar a formar, porque en realidad, le encanta contar historias de lo que fue y lo que pudo haber sido.

martes, 27 de septiembre de 2016

El Experimento Prohibido

 A pesar de ser incontables los experimentos que podrían categorizarse de éste modo, uno de los, sin duda, más terroríficos es el de los Niños Salvajes.

Tales experimentos hacen referencia a niños que han sido privados del contacto con otros seres humanos, bien por abandono, bien por rapto, etc. Cabe decir,que ningún ser debería ser aislado con el fin de un estudio del conocimiento, pues privarle de ello sería una de las cosas más crueles que se le puede llegar a hacer.

Sin embargo, innumerables casos (de entre ellos el caso de Victor, el niño salvaje) hacen que se nos parta el corazón en mil pedazos.

Un caso parecido al anteriormente mencionado, es el de Genie.

Llegó a mis manos hace tiempo en la facultad, sin embargo, entre unas cosas y otras, me vi obligada a pasarlo por alto. Hoy, he vuelto a toparme con esta encantadora niña en clase. Y esta vez no he podido resistir la tentación de compartir su historia.



Lamento, en realidad, que el vídeo no sea más largo, puesto el que me han puesto en clase (de aproximadamente 1 hora de duración), narraba todo con mucho más detalle y precisión.

Genie nació con una displasia en la cadera y su padre, decidió que no era digna merecedora de compartirse con el mundo, por lo que decidió aislarla. Tras ser rescatada, pasó a un hospital, donde multitud de especialistas trataan el desarrollo de la niña, no sólo con el fin de rescatarla, sino para comprender mejor el desarrollo cognitivo y motor de los niños (ya que no se podía gestar un caso así, aprovecharon el que se les dio). Le enseñaron a caminar, a hablar, a establecer vínculos sociales...

En el mismo vídeo que me pusieron en clase, había controversia entre los profesionales. Había algunos que abogaban porque Genie era retrasada de naciemiento, puesto que una prueba que se le hacía durante el sueño, daba los mísmos índices que a dichas personas. Sin embargo, otros profesionales aseguraban que Genie mostraba tras cada año, un año más de inteligencia, pero con cierto retraso, puesto que había comenzado más tarde con el proceso.

Sin embargo, en lo que todos coincidían, es en que Genie era el "amor de su vida". Una niña dulce y cariñosa que despertaba sentimientos de protección en todos ellos, incluso aunque no la conocieran de nada. Un caso excepcional entre muchos.

Tras años de investigación, el hospital tuvo que cancelar el proyecto, puesto que se les canceló la financiación por "falta de descubrimientos precisos". Ésto obligó a Genie a abandonar todo lo que había conocido para circular por multitud de hogares de acogida. Lamentablemente, no supo hacerse a ninguno de ellos. Tras sufrir malos tratos en uno de ellos, por haber vomitado, Genie llegó a su propia conclusión de no volver a hablar en la vida.

Toda esta reflexión que hago, no es otra sino la que yo misma me he planteado a lo largo de la historia. ¿Hicieron bien los médicos en adoptarla durante varios años en el hospital? ¿Habría sido mejor llevarla a un hogar dulce e incluirla en u proyecto de recuperación, aunque este huvbiera sido más lento, por el bien de la niña, y perder la oportunidad de poder experimentar algo prohibido? ¿Deberían haberse encariñado menos y haberla tratado como una rata de laboratorio durante toda su vida para evitar que sucediera lo mismo en casos futuros?

No creo que cuestiones de este tipo tengan un claro Sí o No por respuesta. Sin embargo, si yo hubiera sido uno de los profesionales que trabajase con ella, creo que habría actuado del mismo modo que ellos hicieron: Genie no podía ser sólamente un experimento, aunque ello evitase un gran avance científico.

lunes, 26 de septiembre de 2016

martes, 20 de septiembre de 2016

Recuerdos (de 2010)

Comentario previo de la Señora Ex-Carmen(A)tada.

He intentado no retocar esta en concreto demasiado (en realidad creo que sólo he cambiado una coma por un punto y coma y ya no recuerdo muy bien donde).

En realidad me gusta mucho pensar que he evolucionado bastante en los años que llevo escribiendo y que ahora soy mucho mejor que esto que a continuación vais a leer. Pero quién sabe. De todas formas estos son mis inicios y no hay nada como el principio para comenzar a ser algo, ¿no?

En realidad tengo totalmente en mente la persona por la que iba esto. De hecho, en mi vida sólo me han "abandonado" dos veces sin causa aparente, con un "porque sí". En las dos ocasiones me ha dejado con el corazón partido y aunque hoy ya no echo de menos a esas personas (es más, aun a pesar de que no les deseo ningún mal, me da exactamente igual si son felices como si no), siempre tendré la espina clavada de no saber por qué se fueron.

Ahora sí, espero que no me vuelva a pasar y que la causa de la ruptura sea clara, se pueda arreglar o no.

Recuerdos.


Recuerda que en otro tiempo fui parte de tu vida, como un nuevo aliento en los pulmones, como el latido de un corazón, como la copa de un sediento.

Recuerda que imcluso entre risas y lágrimas, nos sentíamos unidas, sin importar miradas ajenas. Vivíamos felices en el mundo que habíamos construído para ambas.

Recuerda aquellos tiempos hermosos en los que nada parecía dañarnos, los tiempos en los que ésto era inmortal, insaciable por mantenernos vivas, por seguir al frente, por ser la mano la una de la otra.

Recuerda lo que fuimos y ya nunca seremos. Ya nunca. Nunca. Un lazo de sangre roto. Un abrazo guardado en el pecho. Un eslabón suelto de aquella cadena que nos unía.

Tan solo un recuerdo de aquellos tiempos.
Tan solo una excusa en la que consumirnos, intranquilas.
Una esperanza muerta en el medio del camino. La luz de una estrella que ya nunca brillará. Recuerdos.

Recuerda que abrazos y caricias nos consolaban cuando las palabras no podían brotar de nuestras gargantas. Recuerda todo aquello que una simple mirada nos decía. Un lenguaje oculto. Nuestro pequeño secreto. 

Recuerda todas aquellas llamadas en la noche, el tono de un teléfono sonando en la oscuridad en la búsqueda de un conshelo que sería respondido. La seguridad de ser escuchada.

Recuerda aquella mano tendida sobre el frío vacío para ayudarnos a levantar las rodillas del suelo, incluso antes de caer, como un imán que nos sostiene. Aquella sonrisa en el rostro, cargado de nuevas oportunidades, dando nuevas fuerzas. Un nuevo aliento.

Recuerda lo que fuimos y ya nunca seremos. Nunca más. Nunca. Una piedra olvidada en el camino que un día perteneció a un imperio; un jarrón hecho pedazos, esparcidos ahora por el suelo, sin que nadie se moleste especialmente en recogerlos.

Tan sólo queda ya un recuerdo de aquellos tiempos.
Tan sólo una excusa en la que consumirnos, intranquilas.
Una esperanza muerta en medio del camino. El rastro de un barco, una estela que no tardará en desaparecer. Recuerdos.

Y aún recuerdo en noches sin estrellas, como esta. Simplemente, me dejo llevar y recuerdo que un día fui tu hermana, que un día te amé y tú me correspondiste con susurros dulces, en tus abrazos cálidos, en tus miradas protectoras, en tus palabras de consuelo.

Recuerdo que un día me quisite, pero hoy ya es tan sólo un recuerdo. Tan sólo, un recuerdo. Nada queda ya de aquel momento por más que me esfuerce en buscar... sono encuentro recuerdos.

lunes, 19 de septiembre de 2016

La verdad...


... es que no encuentro sentido a muchas de las cosas que hago.


Quizás, es porque no deben tener ningún sentido.

Porque el sentido me lo des tu.