Más acerca de mí

A veces es difícil labrarse el destino que uno busca para sí mismo, pero qué le vamos a hacer.

Con el tiempo, he aprendido que las cosas no son tan sencillas (nunca) y que a menudo tienen siempre más de un punto de vista desde el cual poder mirar (E irónicamente cuando aprendes eso, la vida se vuelve extrañamente sencilla).

Sé que la perfección es muy difícil de alcanzar, pero estoy en proceso. Y dicen que el camino cuenta más que la meta (esperemos que el que lo dijese tuviera razón).

Desde pequeñita he tenido y sentido ganas de contarle al mundo todo lo que me ocurre, de demostrarles que soy distinta y que quizás valga la pena que alguien escuche mi voz (Twitter ha obrado milagros con esto).

Decidí llamarme "La Trovada del Verso". Me pareció lógico, teniendo en cuenta que era el nombre de dicho blog y porque para mí, comenzó como un sueño este lugar donde podía empezar a cambiar las cosas. Y no sólo eso; el significado de la palabra Trovada me parecía magnífico y de múltiples significados: poder ser al mismo tiempo una imitación, un hallazgo y una composición, así como al mismo tiempo, ser una información errónea del mundo. Me parecía fantástico y un resumen perfecto de mí misma en una sola palabra.

No obstante, luego descubrí que no era suficiente. Se me quedaba corto, pues no era toda yo; que Trovada sólo decía lo que yo quería ser y no lo que en verdad era. Fue entonces cuando comencé a buscar un segundo "qué", un algo que me definiese del todo (aún a sabiendas de la dificultad de este asunto). Siempre me he sentido cómoda con los retos.

Y de pronto, como la mayor parte de las cosas, se me ocurrió: Señorita Escarmentada. Sonaba a que me había caído tantas veces que ya había aprendido la lección, que mi vida me había dado tantos golpes que ya nada me afectaba (pero ni la vida me ha dado suficientes golpes aún, ni mucho menos estoy acostumbrada a ellos -por no hablar del tema de aprende la lección-).

No he aprendido todo aún. Y de ahí evolucionó a  Ex-Carmentada, con un sencillo juego de palabras, simbolizando que quizás en el golpe anterior escarmenté, pero que aún me queda mucho camino por recorrer y mucha rodilla que raspar. Qué ingenio, ¿verdad?

Luego pensé que "Señorita" suena a princesa, a mujer dulce y delicada, tierna y yo no soy así: yo de pequeña siempre quería ser el caballero que salvaba a la princesa. Soy el Rey, el Caballero y el Villano al mismo tiempo. Y no me importa. Señora sin duda suena mucho más completo, más maduro. Y evolucioné. Me "casé" por así decirlo.

Y ya, la última revelación. A las tantas horas de la tarde, mientras escuchaba a uno de mis profesores de la universidad, todo el nombre que he estado buscando durante tanto tiempo surge bajo el pretexto de tener la perfección, de ser completo.

Me di cuenta de que siempre buscaba lo mismo, de que estaba atada a mis deseos particulares, sin escarmentar en absoluto. Así es como he terminado siendo Trovada del Verso "Señora Ex-Carmen(A)tada".

"La perfección es imposible de alcanzar, pero el camino nos hace perfectos"

Algún día lo conseguiré.

Y espero que estéis todos allí para verme.