domingo, 18 de octubre de 2015

Una, preciosa y dedicada.

Tememos al Sol por su luz,
¿acaso porque esa luz nos ciega?,
¿acaso porque nos muestra tal como somos?
¿acaso porque su luz es sólo
una pizca de lo que somos por dentro?

"No lo sé, lo intuyo" - me dijo la Luna,
amante de estrellas, baúl de recuerdos.

Sigo sin saber el por qué de ese miedo,
sólo sé que no se nada, la peor excusa de la historia.
Sólo sabes lo que quieres saber
y por ello te digo:
"No es bello todo lo que digo,
pues tú dejaste de temer al Sol
y por ello tú te quedaste con la belleza,
tu ascendiste y hoy eres la nueva dueña dueña de los mares
y amante de la Tierra y las Estrellas"


En mi defensa diré que jamás he sido una persona de poesía estricta.

Me parece que se pierde mucho sentimiento en buscar las palabras que rimen (en lugar de las que guarden mayor significado). Por eso, la poesía libre es mi favorita de entre todas (aunque la musicalidad de la otra me conquiste).

Ésta poesía me la ha dedicado de forma reciente un nuevo amigo que he hecho. Hace años que nos conoceos, pero por cosas de la vida, no fue hasta hace poco que empezamos a crear una amistad.

Y eso siempre me hace darme cuenta de las maravillas que nos perdemos por no prestar un poco de atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu trovada