jueves, 26 de febrero de 2015

Pelirrojo.

Dicen que el pelo significa mucho en una mujer.

Puede que tengan razón o puede que no.

Muchas veces, el estilismo es lo que llevamos fuera de lo que sentimos dentro (claro está, siempre y cuando basándonos en nuestros propios patrones, digo yo).

Bien. Yo en un momento determinado de mi vida, decidí teñirme de pelirroja (por allá 4 de la E.S.O., aproximadamente). No lo puedo contar como uno de los mayores errores de mi vida, pero sí lo cuento como un error.

No es que no me gustase el color, incluso más que el mío propio (por algo me teñía), sino más bien, lo que en ello derivó.

Por suerte o por desgracia todo ha de decirse, tengo el pelo muy fino (muy, muy fino), eso significa que año, tras año, tras tinte, tras tinte, mi pelo se estropeó demasiado. Añadiendo a eso, que nunca he sentido especial amor por los tratamientos capilares, el resultado fue irrecuperable.

Más tarde, cansada de la moda que hubo de las pelirrojas, me teñí de morena, pero no me gustó el resultado, puesto que soy pálida de piel y el pelo así sólo me hacía aún más pálida, por lo que decidí teñirme de rubia. ¿Qué era lo peor que podía pasar?

¡A menudo castigo le tenía sometido a mi pelo!

Hace cosa igual de año y medio, corté por lo sano (nunca mejor dicho, porque eliminé todas las puntas abiertas), quedándome sólo con la mitad de mi cabello. Un cambio brutal.

La peluquera, en su "infinita sabiduría", decidió volver a teñirme el pelo de un color cobrizo más natural que el que yo llevaba, pero que alargó considerablemente el problema, puesto que bajo los efectos del sol, el tinte comenzó a perder color y me quedó un degradado muy similar a las mechas californianas que tan de moda se pusieron.

Y hoy ya estoy harta de ese rubio, así que posiblemente haya vuelto a cometer el mismo error volviendo a teñirme. ¿Pero qué le vamos a hacer?

A decir verdad, no me siento del todo cómoda con el cambio de color. Me gustaba más mi pelo natural (sin el rubo ese). Igual debería haber cortado en lugar de volver a teñir.

Errores que una comete.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu trovada