martes, 7 de noviembre de 2017

Para Él.

Es curiosa la vida.
O por lo menos, a mi me lo parece. No me parece algo a lo que te puedas acostumbrar.
Qué vueltas da...
Y ahora siento que por fin estoy en el camino.

Sé que es algo que digo mucho; cada vez que encuentro un medio que seguir o al que engacncharme. Y puede que esta sea otra ocasión igual al resto, que dentro de una semana, dos meses, cinco años... vuelva a decir lo mismo.
Porque definitivamente, la vida no es algo a lo que te puedas acostumbrar.
Puede ser que en realidad, no aprenda de mis errores y que esto sea una próxima ilusión de lo que era el camino definitivo. Como una prueba graciosa de Zeus, haciendo que me mate un águila todos los días (y mi águila sea la ilusión de que he aprendido la lección).

Pero oye, cómo estoy disfrutando del viaje. Aunque no me lleve a ninguna parte.
Saber que todo va como debe ir, que estoy en lo que me gusta, que poco a poco, sin prisas y sin agobios, todo cobra sentido, que las bofetadas que me ha ido dando la vida me han llevado al camino que tenía que escoger, que el universo ha sido mucho más fuerte que yo en tomar mis decisiones. Y no os equivoquéis, me alegro que el universo haya tomado decisiones por mí de vez en cuando, porque si sólo contara con mi capacidad, ahora estaría vagando vete a saber por donde con mi discapacidad para elegir.

Y cómo me alegro de que el universo haya sido más feurte que yo...

Ser yo misma gracias a una persona que llevaba tanto tiempo conmigo y que por alguna extraña razón, jamás reparé en verla. Que ha seguido allí todo el tiempo, paciente (algunas veces más que otras, y no sé si verdaderamente era paciencia o falta de habilidad), para lo que he necesitado, sin pedir nada a cambio, sólo un poco de compñaía.
Y quizás sea ese al camino que me refiero que he hecho bien en tomar, para poder ser yo misma, porque él me ayuda a seguir y a querer intentarlo de nuevo. Porque parece que nunca se rinde y siempre me da ese empujón "todo lo que te haga feliz", cuando a mí más me fallan las feurzas.

Así que, efectivamente, me resulta curioso cómo alguien que lleva tanto tiempo conmigo ha sido invisible en muchos aspectos y como ahora se ha vuelto imprescindible, y que en verdad, no sabría qué hacer sin él, sin sus ánimos, su seguridad, su confianza, su cariño. Sin su amor, en definitiva. Me resulta curioso haberme dado cuenta de que llevo necesitándole mucho más tiempo del que yo pensaba y cuando me dijo que se iba, cómo accionó mi necesidad y le puso palabras.

Y podría pensar que esa persona es sólo para mi, pero no. Lo curioso es que no es sólo para mi, que tiene un corazón que le hace ser así con todos y que posiblemente, para la mayoría, pase desapercibido.
No sabría exactamente cómo reflejar en palabras ese concepto: cómo una persona es tan fácil de disimular y a la vez, cuando te enteras de que se ha ido, te da un ataque de ansiedad.

En definitiva, podría decir que soy la mujer más feliz del mundo con algo que llevo tiempo teniendo delante de mis ojos. Pero el mundo entero debería saber ya que yo no veo bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu trovada