lunes, 3 de noviembre de 2014

Hay que ver cómo pasa el tiempo.

Hace años, comencé participando en un blog en particular (PasaTiempo). Se puede decir que fue el inicio de mis sueños, cuando más gente (además de mi querida madre) comenzó a leer lo que yo escribía. Mentiría si dijese que aquello no me llenaba de una profunda satisfacción.

Sin embargo, aquel blog, poco a poco, dejó de ser lo que yo esperaba que fuese y se convirtió en un bonito recuerdo, un recuerdo que guardo en mi memoria con mucha ternura, pero que ya no consigue ser nada más para mi.

Posiblemente suele pasar eso. Conforme te haces mayor, te vas dando cuenta de que las cosas que antes para ti tenían la mayor importancia del mundo, ahora ya son solo chiquilladas. Cuando encuentras la verdadera trascendencia de las cosas, supongo que descubres que no era aquello por lo que querías luchar. ¿Quién no se acuerda del primer amor? ¿De haberle jurado la vida? ¿Y ahora? ¿Cuántos lo conservamos? Desde luego, yo ahora cuando miro atrás, sé que no estaba enamorada, aunque reconozco que durante los años en los que viví, verdaderamente parecía estarlo.

Por eso, pese a pertenecer a un pasado que ya casi nada tiene que ver conmigo ahora (aunque haya sido ese camino el que me haya conducido al punto en el que estoy ahora), he decidido definitivamente, abandonar mi participación en ese viejo blog, despidiéndome para siempre de él.

No obstante, el ser humano es obstinado y no quiero renunciar a lo que fui. Por ello, de algún modo (con o sin sentido), recuperaré cada una de las entradas de ese viejo blog que sigan siendo mi recuerdo.

Porque ¿de qué otro modo podría ser yo si no?

Fdo: Señora Ex-Carmen(A)tada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu trovada